Feria | Perlas de Colores

Madre mía, cuantos días sin escribir. ¡Ésto no puede ser, ahora tengo muchas cosas atrasadas que contaros! :S

Y como podéis ver por el titulo, voy a empezar por hablar de la segunda edición de BCN&Cake, la feria internacional de repostería creativa que tuvo lugar en Barcelona el fin de semana del 22 al 24 de noviembre de 2013.

Lo primero que creo que hay que mencionar es la gran mejora en cuanto a organización entre esta edición y la anterior. Si recordáis el año pasado, el evento tuvo una gran acogida y fue tan grande que hubo que dejar gente en la calle por motivos de seguridad. Así, los que conseguimos entrar nos encontramos con que lo que se había dicho inicialmente de que si se salía se podría volver a entrar, no pudo ser. Además, la ubicación y los espacios entre los stands no favorecía mucho el tránsito por la feria, con lo que había momentos con cierta sensación de agobio.

Todo esto se ha solucionado este año ampliando la feria de 2 a 3 días, haciendo mejor el control de las entradas (por ejemplo, el sábado había una nota en la web de la feria que decía que no se venderían entradas hasta las 14h, cuando la gente fuera abandonando el recinto). Se cambió también el emplazamiento del evento: este año fue en el CCIB, en la zona del Fórum de Barcelona. Y hasta alguno de los expositores con los que hablé comentó que se notaba que se habían dejado pasillos más anchos y que estaban más desahogados. Así que felicito a la organización.

Lo que ya no me ha gustado tanto ha sido otro de los cambios que hubo: el precio de la entrada, que se duplicó entre una edición y otra, pasando a costar 10€ este año.

Dicho esto, vamos a lo que interesa: la feria.

Solo entrar en el recinto teníamos a mano derecha la cola para conseguir la «bolsa exclusiva de la BCN&Cake» (por 3€) con regalos sorpresa. La verdad es que la compré y, para mí, fue un poco decepcionante: una bolsa de tela de las típicas de publicidad (vale, sí, con el logo de la feria) y dentro encontrabas un libro de recetas de Dr Oetker (todas ellas para usar sus productos), un paquete de harina integral Gallo y un cubo metálico de Disney con 5 huevos de chocolate (ideal para los niños). Vaya, que pagué 3€ para tener productos de publicidad en lugar de ofrecer unos regalos más interesantes para gente que se ha desplazado para asistir a una feria de repostería creativa. No se, se me ocurren unos moldes o cortapastas, alguna espátula… (Al final de todo hay una foto donde sale la bolsa)

Al otro lado del vestíbulo se encontraban expuestos los trabajos presentados a los distintos concursos organizados. Desde cupcakes a tartas, pasando por galletas, todos tenían su cabida en algún concurso. Y la verdad es que había cosas muy impresionantes. Os dejo algunas fotos para que os hagáis una idea.

Flores de azúcar:

Cupcakes:Pastel de boda:Pasteles de cuento:

Me pareció curioso encontrar varias categorías con los premios desiertos, aunque por otro lado tenían «menciones especiales». Y me decepcionó no encontrar expuesto el 1er premio de tartas de bodas. Porque con lo espectacular que eran el 2º y 3r premio, el primero debía ser increíble. ¿Quizás fue también un premio desierto? (Qué criticona estoy, ¿verdad? 😛 )

Y a su lado, un enorme pastel de Escribà para que la gente se hiciese fotos.

También en este mismo vestíbulo había un par de espacios para que los niños se introduzcan en este dulce mundo de la repostería. Interesante idea, me gustó.

Una vez cruzado el vestíbulo y recogida la revista de la feria con el plano y la lista de los expositores, entramos al recinto donde se organizaban los distintos stands. Quizás debido a la reorganización y reubicación de los puestos, quizás por la crisis o quizás por ninguna razón especial, este año me pareció una feria mucho más comercial. Muchos puestos de venta de productos y servicios para profesionales o aficionados y poca exposición de lo que hacen los diferentes expertos. Recuerdo la cara de asombro que poníamos el año pasado cada dos por tres al llegar a un puesto y ver una tarta sorprendente, unos cupcakes con decoraciones orginales, etc. No fue así este año. Aún así, encontramos cosas interesantes de ver. ¡Hasta vimos una reproducción de Chicote! 🙂

Destaco el puesto que tenía Maizena en el centro del recinto, donde se invitaba a cualquiera a decorar una magdalena con siropes, almendras picadas, lacasitos… ¡Y luego comérselo, claro! Además, al salir obtenías un pequeño obsequio de su marca (si, también era publicidad, pero gratis).

Después de recorrer varios pasillos, dejando los datos para tener regalos o participar en sorteos de Kitchen Aid, cursos, tartas personalizadas y miles de cosas más, llegamos a la zona del escenario donde se estaba dando una masterclass (en inglés pero traducida al momento por una chica). Un escenario alto, muchas sillas, pero también unas pantallas grandes en las que poder seguir bien la explicación. No podía quedarme, pero por lo que vi, me pareció que estaba bien montado y permitía seguir perfectamente las explicaciones.

Y poco más que contaros. Después de patear toda la feria, compré varias cosas que necesitaba aprovechando muy buenas ofertas que había localizado. Así que creo que aunque sólo fuera por eso, valió la pena ir. 🙂

Cuando hace ya unas cuantas semanas me enteré de que en Barcelona se iba a hacer una feria de repostería creativa, no me lo tuve que pensar 2 veces: me reservé la fecha en la agenda y compré mi entrada para la BCN & CAKE en cuanto pude. Y por fin llego la fecha señalada el pasado fin de semana.

Llegué al recinto ferial justo a las 10h de la mañana, hora en la que se abría la feria y entramos después de unos 40 minutos de cola (sólo 40 porque tenía la entrada comprada). La verdad es que fui de las afortunadas que entró sin problemas. Y es que hubo bastante gente que se quedó en la puerta por superar el aforo máximo de las instalaciones. Hay que reconocer el fallo de la organización en ese aspecto, puesto que al comprar las entradas se especificaba el día especifico para el que servirían y por los números de entradas vendidas que mostraba la prensa, parece que no previeron que pasaría lo que pasó.

Pero olvidando este punto a mejorar de cara a futuras ediciones, la feria fue increíble.

Se juntaron allí alrededor de 130 expositores con sus productos de lo más variados y todos ellos relacionados con la repostería: desde delantales, pasando por moldes y otras herramientas, las materias primas (mantequilla, bizcocho, fondant…), elementos decorativos, porcelana fría, hasta los productos acabados: cup cakes, galletas, pasteles y auténticas obras de arte comestibles… Además, se ofrecían cursos (algunos pagando, otros gratuitos) y otras actividades.

Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejo aquí unas cuantas para que podáis disfrutar como yo. 🙂 Por cierto, todo lo que veréis es dulce!

1. Cupcakes con decoraciones de lo más variopintas y detallistas: